Elaboracion del Pozol
Para hacer el pozol con cacao se "nixtamaliza" el maíz
hirviéndolo en agua con hidróxido de calcio durante aproximadamente dos
horas, hasta que se hinchan los granos y se desprenden las cáscaras. Los
granos se frotan con las manos y se envuelve en hojas de plátano o no,
dependiendo de la zona donde se prepare. Se muele y se agrega cacao, se le mezcla y se hace una sola masa, finalmente se
bate en agua, tomándose fresco o frío. Para elaborar el pozol sin cacao
se siguen los mismos pasos anteriores, exceptuando el agregarle cacao,
en este caso la masa adquiere un color blanco. El pozol de camote es muy
similar al pozol blanco solo que se mezcla puré de camote con la masa
de maíz.
Origen del Pozol
Desde tiempos remotos, los indígenas chiapanecos (mayas, zoques y
chiapanecas) preparaban una bebida refrescante y nutritiva compuesta de
masa de maíz cocido, cacao y granos de pochotl, misma que la denominaban
pochotl. Con el tiempo, esta palabra fue transformada por los españoles
en pozol, como se le conoce actualmente. El pozol era preparado por
mujeres: en un jicalpestle con agua disolvian con la mano derecha una
bola de masa de maíz cocido hasta que quedaba totalmente disuelta. A la
masa se le agregaba cacao (cacáhuatl en azteca) y semillas de pochotl
molidas. El maíz blanco (tlaolli) era cocido en agua de cal apagada, le
quitaban la cáscara y lo molían en mortero de madera o en metate
(metlatl, piedra de moler).
Como puede verse, los indígenas chiapanecos daban el nombre de
pochotl a esta bebida. Nombre que los españoles adoptaron en su idioma
castellano como pozol; pues originalmente los indígenas le llamaron
pochotl al moderno pozol por la utilización de semillas de pochotl en su
preparación. Pero también se dice que se le denominó pochotl en memoria
del príncipe tolteca Pochotl, gran divulgador de las propiedades del
maíz entre la población indígena de Tenochtitlan.
El consumo del pozol de cacao data de la época prehispánica. A
principios del siglo se consumía el pozol de cacao al tiempo y sin
azúcar. Su consumo entre la población tenía fama porque se decía que era
una bebida refrescante y energética; posteriormente se le empezó a
tomar con azúcar y hielo (1908), en las ciudades de Tuxtla Gutiérrez,
Tapachula, San Cristóbal de Las Casas y Comitán.
En los mequés (fiesta zoque) que se celebraban en la casa de los
mayordomos o priostes en honor de algún santo o virgen se tomaba pozol
de cacao frío, pero sin dulce. Bajo las enramadas, que se hacían en los
patios desde un día antes, las mujeres zoques preparaban el pozol de
cacao (cacáhujcuy) con hielo, pero sin azucar. Las priostas, esposas de
los mayordomos, se sentaban, con los pies recogidos, sobre petates,
signo de distinción y prestigio entre los zoques, para tomar
ceremoniosamente el pozol. Asimismo, los tamboreros, piteros, jaraneros y
violineros, después de tocar los tradicionales sones chiapanecos,
saboreaban una jícara de pozol de cacao. Lo mismo hacían las parejas
que, después de bailar el Maná-maná, con música de jarana y violín,
disfrutaban de una espumosa jícara de pozol de cacao, exquisita bebida
regrescante que para darle sabor y aroma le agregaban canela.
El consumo de pozol entre los zoques era similar a la de los
tzotziles y tzeltales de los Altos de Chiapas. Los zoques le llamaban al
pozol blanco Popóhujcuy (popó= blanco y hujcuy= pozol) y al pozol de
cacao Cacáhujcuy. Los tzeltales de Bachajón le llamaban Mats' y los
chiapanecas de Acala, Chiapa, Suchiapa y Chiapilla le llamaban al pozol
blanco Naa' nbima y al pozol de cacao Naa' nbima yasi. Y tenía entre los
antiguos chiapanecas, una significación mitológica: el pozol era
considerado la vida misma, por su alto contenido de maíz.
Los vasos en que tomaban el pozol los indígenas eran la tradicionales
jícaras (xicalli = calabazo), así llamadas por los españoles.
Tal fue el origen de esta célebre bebida refrescante y alimenticia de
gran tradición chiapaneca. Con el tiempo fue alterado o modificado su
elaboración original; ya no se le agrega la semilla de pochotl. Ahora se
le endulza con miel de maguey, panela, azúcar o con miel de abeja; y se
le agrega un poco de canela molida en el cacao. En Tuxtla, el pozol era
disfrutado por las familias Cunjamá, Chatú, Cundapí, Santomé,
Chandoquí, Megchun, Jonapá y Nopinjamá.
Pozol listo para tomarse servido en una jícara.
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